MISTERIOS GLORIOSOS
(Miércoles
y domingo)
1-
Primer misterio glorioso:
- La Resurrección de Cristo
Pasado el sábado, al
despertar el alba del primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra
María a visitar el sepulcro. De repente, se produjo un gran temblor: el Ángel
del Señor bajó del cielo y, llegando al sepulcro, hizo rodar la piedra que lo
tapaba y se sentó encima. Su aspecto era como el relámpago y sus ropas blancas
como la nieve. Al verlo, los guardias temblaron de miedo y quedaron como muertos.
El Ángel dijo a las mujeres: "Ustedes, no teman, porque yo sé que buscan a
Jesús crucificado. No está aquí. Ha resucitado tal como lo había
anunciado." (Mat 28,1-6)
Jesús resucitado ha probado
que el hombre junto a él tiene poder sobre el pecado y sobre la muerte. Jesús,
ayúdanos a resucitar, sálvanos del pecado, del enemigo, danos Tu luz, danos Tu
Alegría. Reaviva en nosotros el amor, la fé, la esperanza, y el regalo de la
oración. Permítenos pedir a la Virgen María una fé inquebrantable.
Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria
La
Oración de Fátima:
"Oh, Jesús mío, perdona
nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, y lleva nuestras almas al
cielo, especialmente aquellas que necesitan más Tu Misericordia". (Nuestra Señora de Fatima, 13 Julio 1917)
2- Segundo misterio glorioso:
La Ascensión de Jesús al Cielo
Mientras estaban hablando de
todo esto, Jesús se presentó en medio de ellos. Les dijo: "Paz a
ustedes." Estaban atónitos y asustados, pensaron que veían a algún
espíritu. Pero les dijo: "Por qué se asustan tanto, y porque les vienen
estas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un
espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que yo tengo." Y al
mismo tiempo les mostró sus manos y sus pies. Y como en medio de tanta alegría
no podían creer y seguían maravillados, les dijo: "¿Tienen aquí algo que
comer”? Ellos le ofrecieron un pedazo de pescado asado y él lo tomó y comió
ante ellos. Jesús les dijo: "Todo esto se lo había dicho cuando estaba
todavía con ustedes. Tenía que cumplirse lo que está escrito en la Ley de
Moisés, en los Salmos, y en los Profetas respecto a mí." Entonces les
abrió la mente para que lograrán entender las Escrituras y les dijo: "Esto
estaba escrito: los sufrimientos de Cristo, su resurrección de entre los
muertos al tercer día y la predicación que ha de hacerse en su nombre a todas
las naciones, comenzando por Jerusalén, invitándoles a que se conviertan y sean
perdonadas de sus pecados. Y ustedes son testigos de todo esto. Ahora yo voy a
enviar sobre ustedes al que mi Padre prometió. Por eso, quédense en la ciudad
hasta que hayan sido revestidos de la fuerza que viene de arriba." Jesús
los condujo hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y
mientras los bendecía se alejó de ellos y fue llevado al cielo. (Lucas
24,36-51)
Jesús, no has abandonado a
Tus apóstoles en la agonía, y les has otorgado el gozo de contemplarte
‘glorificado' durante 40 días. Después de tu Ascensión, gratificas a aquellos
que te buscan al recibir la Eucaristía. A través de María nosotros creemos en
ti. María otórganos el regalo de la esperanza.
Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria
La Oración de Fátima:
"Oh, Jesús mío, perdona
nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, y lleva nuestras almas al
cielo, especialmente aquellas que necesitan más Tu Misericordia". (Nuestra Señora de Fatima, 13 Julio 1917)
3.
Tercer misterio glorioso:
- La Venida del Espíritu Santo
Cuando llegó el día de
Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De pronto vino del cielo
un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa
donde estaban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego, las que,
separándose, se fueron posando sobre cada uno de ellos; y quedaron llenos del Espíritu
Santo y se pusieron a hablar idiomas distintos, en los cuales el Espíritu les
concedía expresarse. (Hechos 2,1-4)
Jesús, infúndenos con el
Consolador, El Espíritu Santo, enciéndenos con la Luz de tu Espíritu, con su
fuerza nos penetre hasta el fondo de nuestro corazón y alivie nuestras penas.
Envíanoslo para que llene nuestros corazones con tu amor. Haznos apóstoles
tuyos, amado Señor. Virgen María permítenos el regalo del verdadero amor y el
regalo de la oración del corazón. "Ven Espíritu Santo, Ven a nosotros por
medio de la intercesión del Inmaculado Corazón de María, tu bien amada esposa”.
Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria
La
Oración de Fátima:
"Oh, Jesús mío, perdona
nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, y lleva nuestras almas al
cielo, especialmente aquellas que necesitan más Tu Misericordia". (Nuestra Señora de Fatima, 13 Julio 1917)
4.
Cuarto misterio glorioso:
- La Asunción a los
Cielos de la Bienaventurada Virgen María
Ozías por su parte dijo a
Judit: "Hija mía, que Dios Altísimo te bendiga más que a todas las mujeres
de la tierra. Y ¡bendito sea el Señor, Dios, Creador del cielo y de la tierra,
que te condujo para que cortaras la cabeza del jefe de nuestros enemigos! Jamás
los hombres olvidarán la confianza que has demostrado. Siempre recordarán el
poder de Dios. Que Dios te colme de bienes y que los hombres te glorifiquen,
pues no vacilaste en exponer tu vida al ver la humillación de nuestra raza. Por
tu perfecta sumisión a Dios has alejado la ruina que nos esperaba." Todo
el pueblo respondió: Amén. (Jdt 13,18-20; 15,10)
Ahora que María es llevada
al cielo, ella pide por sus hijos e hijas, ésos hijos e hijas que Jesús puso en
sus manos cuando Él estaba en la cruz. María, ruega por nosotros, sabes
nuestros temores, llévanos a tu corazón, corazón de madre. Ruega por nosotros
ahora, y en la hora de nuestra muerte llévanos contigo al cielo. Te pedimos una
devoción a tu Inmaculado Corazón que será nuestro refugio en nuestras
tribulaciones.
Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria
La
Oración de Fátima:
"Oh, Jesús mío, perdona
nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, y lleva nuestras almas al
cielo, especialmente aquellas que necesitan más Tu Misericordia". (Nuestra Señora de Fatima, 13 Julio 1917)
5.
Quinto misterio glorioso:
- La Coronación de la Santísima Virgen María como Reina del
Cielo
Apareció en el cielo una
señal grandiosa: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo los pies y en su
cabeza una corona de doce estrellas. Está embarazada y grita de dolor, porqué
llegó su tiempo de dar a luz. (Apo,1)
María permítenos llamarte,
permítenos amarte, permítenos confiar en ti, porque te nos has dado. Te tenemos
como madre en el cielo que también eres Reina; así que nosotros necesitamos
avocarnos a ella con una fé inmensa y esperanza. Si pedimos algo mientras
rezamos el Santo Rosario, nos será otorgado. Pídele el regalo de la oración,
una oración de corazón, dilo solo por amor, un amor por ella y por Jesús.
También permítenos pedir por la perseverancia de la oración, para estar siempre
unidos a tu corazón y por lo tanto al corazón de Jesús.
Padre Nuestro, 10 Ave María y Gloria
La
Oración de Fátima:
"Oh, Jesús mío, perdona
nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, y lleva nuestras almas al
cielo, especialmente aquellas que necesitan más Tu Misericordia". (Nuestra Señora de Fatima, 13 Julio 1917)
Oraciones Adicionales
Suplicas:
"Oh Dios de quién Único
Hijo nos ha otorgado los beneficios de la vida eterna, concédenos la gracia que
te pedimos mientras meditamos los Misterios del Mas Santo Rosario de la
Bienaventurada Virgen María, debemos imitar lo que contienen y obtener lo que
prometen, a través del mismo Cristo Nuestro Señor". Amén.
Oración
de Fátima:
"Dios Mío, yo creo, te
adoro, espero, y te amo. Pido tu perdón para aquellos que no creen, que no te
adoran, no esperan y no te aman."
(El Ángel
a los tres niños de Fatima, Primavera 1916)
Letanía Lauretana
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial,
R. ten
piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del
mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo
Dios,
Santa María,
R. ruega
por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las
Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Madre de la esperanza
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los
afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado
original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
R. perdónanos,
Señor.
Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
R. escúchanos,
Señor.
Cordero de Dios, que quitas
el pecado del mundo,
R. ten
misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa
Madre de Dios.
Para que seamos dignos de
las promesas de Cristo.
ORACIÓN.
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa
intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas
de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro
Señor. Amén.
Por las necesidades del
Santo Padre el Papa (N....)
Padre nuestro, Avemaría y Gloria.
Un Credo al Sagrado
Corazón de Jesús por la pérdida de la fé:
Creo en un solo Dios, Padre
Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo
invisible. Creo en un solo Señor Jesucristo, hijo único de Dios, nacido del
Padre ante todos los siglos, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios Verdadero de Dios
Verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre por quien
todo fue hecho, que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del
cielo. Y por obra del Espíritu Santo se encarnó de la Virgen María y se hizo
hombre. Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilatos,
padeció y fue sepultado y resucitó al tercer día según las Escrituras y subió
al cielo. Y está sentado a la derecha del Padre y de nuevo vendrá con Gloria
para juzgar a vivos y muertos y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu
Santo, Señor y dador de vida que procede del Padre y el Hijo, que con el Padre
y el Hijo reciben una misma adoración y Gloria que habló por los profetas. Creo
en la iglesia que es una: Santa, Católica y Apostólica, confieso que hay un
solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los
muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Una Salve al Corazón Inmaculado de María:
Dios te salve, Reina y Madre
de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te Salve. A ti
llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en
este valle de lágrimas. Ea! pues Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos
tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús fruto
bendito de tu vientre. Oh Clemente! Oh Piadosa! Oh Dulce Siempre Virgen María!
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Ave María Purísima, sin
pecado concebida y siempre Virgen, Hija de San Joaquín y Santa Ana, es María
Santísima.
En
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.