3º
DÍA DEL TRIDUO A SANTA MARÍA DE
GUADALUPE
“Por la UNION en las familias”
a) 3º parte de la
historia:
Juan Diego subió y cuando llegó a la cumbre, se asombró mucho de que hubieran brotado tan hermosas flores. En sus corolas fragantes, el rocío de la noche semejaba perlas preciosas. Presto empezó a córtalas, las echó en su regazo y las llevó ante la Virgen. Ella tomó
las flores en sus manos, las arregló en
la tilma y dijo: "Hijo mío el más
pequeño, aquí tienes la señal que debes
llevar al Señor Obispo. Le dirás en mi nombre
que vea en ella mi voluntad y que él tiene
que cumplirla. Tú eres mi embajador muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo
delante del Obispo despliegues tu tilma y
descubras lo que llevas".
Cuando Juan Diego estuvo ante el Obispo Fray Juan de
Zumárraga, y le contó los detalles de la
cuarta aparición de la Santísima Virgen, abrió su tilma para mostrarle las
flores, las cuales cayeron al suelo. En
este instante, ante la inmensa sorpresa del Señor Obispo y sus compañeros, apareció la imagen de la
Santísima Virgen María maravillosamente pintada con los más hermosos colores sobre la burda tela
de su manto.
El mismo día, doce de diciembre, muy temprano, la Santísima
Virgen se presentó en la choza de Juan
Bernardino para curarle de su mortal enfermedad. Su corazón se llenó de gozo cuando ella le dio el feliz mensaje de
que su retrato milagrosamente aparecido en la
tilma de Juan Diego, iba a ser el instrumento que aplastara la religión
idólatra de sus hermanos por medio de la
enseñanza que el divino códice-pintura encerraba.
Te-coa-tla-xope en la lengua Azteca quiere decir
"aplastará la serpiente de piedra". Los españoles oyeron la palabra
de los labios de Juan Bernardino. Sonó como "de Guadalupe. Sorprendidos se preguntaron el porqué de este
nombre español, pero los hijos predilectos
de América, conocían bien el sentido de la frase en su lengua nativa.
Así fue como la imagen y el santuario adquirió
el nombre de Guadalupe, título que ha llevado por cuatro siglos.
Los indios de México temían a la serpiente, le dieron el
nombre de Quetzalcoatl, serpiente con
plumas. Le tenían mucho temor e hicieron ídolos de piedra, en forma de
serpiente emplumada, a los cuales
adoraban, ofreciéndoles sacrificios humanos. Después de ver la sagrada imagen y leer lo que les dijo, los
indios abandonaron sus falsos dioses y abrazaron la Fe Católica. Ocho millones
de indígenas se convirtieron en sólo siete años
después de la aparición de la imagen.
b) Aporte para la
reflexión:
María, como madre, hace todo lo posible para que sus hijos
estén unidos, su aparición primero a
Juan Diego, un aborigen, y su imagen plasmada en la tilma de éste, nos habla
de su intención de unir a todos sus
hijos en una sola familia, a disipar las diferencias culturales, de raza, y
creencias, ayudándonos a comprender que no son importantes, porque lo realmente importante es el hijo de
Dios, y él nos enseña el amor. El amor es creativo, pidámosle a María que nos
ayude a encontrar maneras, palabras,
medios para vivir siempre en unidad, para ser signo de unión en nuestras
familias, en nuestros trabajos, en el
barrio.
Pidámosle tener su misma mirada, aquella que busca ver y
encontrar las cosas que nos unen y no
tanto las que nos separan.
c)
Intenciones:
A cada intención pedimos: R. “Por María, madre del amor, escúchanos Señor”
- Por María, Madre de
los sacerdotes, te pedimos que bendigas a cada uno de los pastores de tu Iglesia, para que sean siempre signo de
unión y amor, acompañando a tu pueblo. -
Por nosotros los cristianos, que podamos ser personas que buscan y promueven la
unidad en el hogar, en la escuela, entre
nuestros vecinos, el trabajo, y llevemos amor, y unión a todo lugar y situación.
R. “Por
María, madre del amor, escúchanos Señor”
- Para que las
actitudes de diálogo y de perdón por las que hemos pedido en estos días,
nos ayuden a vivir unidos.
R. “Por
María, madre del amor, escúchanos Señor”
- Por la unión y la
conciliación, entren los gobernantes y las necesidades reales del pueblo, para que juntos caminemos hacia la paz
social, la justicia y la igualdad.
R. “Por
María, madre del amor, escúchanos Señor”
- Por la comunidad
aquí reunida, por sus necesidades y proyectos, para que por la fe y la oración continúe buscando el encuentro con
Dios y los hermanos, más allá de estos días de
triduo.
R. “Por
María, madre del amor, escúchanos Señor”
D) rezamos:
El rosario o Padre
Nuestro, Ave María y Gloria.
Rosario a la Virgen de Guadalupe
Por la señal de la Santa Cruz, De nuestros enemigos, Líbranos
Señor, Dios nuestro. En el nombre
del Padre, Del Hijo, Y del Espíritu Santo. Amén.
El Credo
Creo, en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la
tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el
poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso; desde allí ha de venir a
juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica; la
Comunión de los Santos; el perdón de los pecados; la resurrección de los
muertos; y la vida eterna. Amén.
- Misterios Dolorosos -
Primer
Misterio
La Oración del Señor en el Huerto de Getsemaní
La Virgen de Guadalupe
trae un mensaje de paz a su pueblo:
Petición: Pedimos a la Virgen María por todos
aquellos que no la conocen y no la valoran como su Madre.
Padre Nuestro
V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo.
R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la
tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María (Repetir 10 veces
V. Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo;
bendita tú eres; entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
JACULATORIAS:
V. Mi corazón en amarte eternamente se ocupe.
R. Y mi lengua en alabarte, Madre mía de Guadalupe.
V. San Juan Diego, predilecto de María.
R. Oye benigno mi ruego y sé tú mi protector y guía.
Segundo
Misterio:
La Flagelación del Señor
Juan Diego comparte a
la Virgen su humildad y su; pequeñez a los ojos de los hombres:
Petición: Pedir a la Virgen que nos ayude a
darnos cuenta del valor de la humildad y la sencillez de corazón]
Padre Nuestro
V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo.
R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la
tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María (Repetir 10 veces
V. Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo;
bendita tú eres; entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
JACULATORIAS:
V. Mi corazón en amarte eternamente se ocupe.
R. Y mi lengua en alabarte, Madre mía de Guadalupe.
V. San Juan Diego, predilecto de María.
R. Oye benigno mi ruego y sé tú mi protector y guía.
Tercer Misterio:
La Coronación de espinas
María de Guadalupe
escogió a Juan Diego por su sencillez y no por su sabiduría:
Petición:
Pedir a la Virgen que nos ayude a saber transmitir la palabra de Cristo a los
demás]
Padre Nuestro
V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo.
R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la
tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María (Repetir 10 veces
V. Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo;
bendita tú eres; entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
JACULATORIAS:
V. Mi corazón en amarte eternamente se ocupe.
R. Y mi lengua en alabarte, Madre mía de Guadalupe.
V. San Juan Diego, predilecto de María.
R. Oye benigno mi ruego y sé tú mi protector y guía.
Cuarto Misterio:
Jesús con la Cruz acuestas
La Virgen María cura a
Juan Bernardino como signo de que quiere salud y felicidad para su pueblo:
Petición: Pedir a la Virgen que, como Juan
Diego, sepamos acompañar en la enfermedad, la angustia y el dolor a los que
están cerca de nosotros.
Padre Nuestro
V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo.
R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la
tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María (Repetir 10 veces
V. Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo;
bendita tú eres; entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
JACULATORIAS:
V. Mi corazón en amarte eternamente se ocupe.
R. Y mi lengua en alabarte, Madre mía de Guadalupe.
V. San Juan Diego, predilecto de María.
R. Oye benigno mi ruego y sé tú mi protector y guía.
Quinto Misterio:
La Crucifixión y muerte del Señor
María nos deja su
imagen en la tilma para recordarnos su ternura, su amor y su constante
protección:
Petición: Pedimos a la Virgen que, como Ella,
sepamos escuchar y ayudar a nuestros hermanos]
Padre Nuestro
V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo.
R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la
tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María (Repetir 10 veces
V. Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo;
bendita tú eres; entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de
los siglos. Amén.
JACULATORIAS:
V. Mi corazón en amarte eternamente se ocupe.
R. Y mi lengua en alabarte, Madre mía de Guadalupe.
V. San Juan Diego, predilecto de María.
R. Oye benigno mi ruego y sé tú mi protector y guía.
Letanías en Honor a Nuestra Señora de Guadalupe
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Dios, Padre Celestial, Creador a través del cual vivimos,
Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo,
Ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Ten piedad de nosotros.
Perfecta Virgen, Santa María de Guadalupe,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre de América,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Estrella de la Nueva
Evangelización,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Perfecta y Eterna Virgen,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre del Verdadero Dios,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre digna de honor y veneración,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre más misericordiosa,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre de quienes te aman,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre de quienes confían en ti,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre de quienes te lloran,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre de quienes te buscan,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre que cura todos nuestros
dolores, miserias y penas,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien alivia nuestros
sufrimientos,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre que nos mantiene bajo su
mirada compasiva y misericordiosa,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien nos muestra su ayuda,
amor y compasión,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien elige aquellos que son
humildes y simples,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien nos repaga amorosamente
todos lo que la sirven,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien nos tiene bajo su
mantilla y su protección,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien nos lleva en su abrazo,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Fuente de nuestra alegría,
Ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Sálvanos, Oh Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Óyenos, Oh Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros, Oh Señor.
Ruega por nosotros, Oh Santa Madre de
Dios, para que podamos ser dignos de las promesas de Jesucristo.
Oremos:
Omnipotente y Eterno Dios, Tu mensaje de Misericordia,
encomendado a la Virgen Perfecta, Santa María de Guadalupe, invita a todos tus
niños a colocar toda su confianza en Ti. A través de la intercesión de la Madre
de Tu Hijo, haz que Tu mensaje de Misericordioso Amor encienda nuestros
corazones para que podamos ser heraldos fieles e instrumentos de esta Divina Misericordia
para el mundo. Te pedimos esto a través de nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo,
quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Un Dios, por los siglos de los
siglos. Amén.
La Salve
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y
esperanza nuestra; Dios te Salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a
Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea pues, Señora,
abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos; y después de este
destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh Clemente!, ¡Oh Piadosa!, ¡Oh Dulce siempre Virgen María!
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de
Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración
Préstame Madre tus ojos, para con ellos poder mirar, porque
si con ellos miro, nunca volveré a pecar.
Préstame Madre tus labios, para con ellos rezar, porque si
con ellos rezo, Jesús me podrá escuchar.
Préstame Madre tu lengua, para poder comulgar, pues es tu
lengua patena de amor y santidad.
Préstame Madre tus brazos, para poder trabajar, que así
rendirá el trabajo una y mil veces más.
Préstame Madre tu manto, para cubrir mi maldad, pues cubierta
con tu manto al Cielo he de llegar.
Préstame Madre a tu Hijo, para poder yo amar. Si tú me das a
Jesús, qué más puedo yo desear y ésta será mi dicha por toda la eternidad.
Amén.
†
En el nombre del Padre, Del Hijo, Y del Espíritu Santo,
Amén.
Canción La Guadalupana
Desde el Cielo, una hermosa mañana (bis) La Guadalupana (tres veces) bajó al Tepeyac.
Suplicante juntaba sus manos (bis) y eran mexicanos (tres veces) su porte y su faz.
Su llegada llenó de alegría (bis) De luz y armonía (tres
veces) el Anáhuac.
Junto al monte pasaba Juan Diego (bis) Y acercó sé luego
(tres veces) al oír cantar.
A Juan Diego la Virgen le dijo (bis) este cerro elijo (tres
veces) para hacer mi altar.
Y en la tilma entre rosas pintada (bis) Su imagen amada (tres
veces) se dignó dejar.
Desde entonces para el mexicano (bis) Ser guadalupano (tres
veces) es algo esencial.
En sus penas se postra de hinojos (bis) Y eleva sus ojos
(tres veces) hacia el Tepeyac.
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