Primer día del Triduo a la Virgen de Guadalupe (México)
“María nos enseña a vivir el Amor en las familias” Los tres días rezamos por “La familia”
1º Día: por el diálogo en las familias
2º día: el perdón
3º día: la unión
Esquema del triduo:
a) Historia de las apariciones
b) Breve reflexión
c) Intenciones
d) Rezamos el Rosario ó 1 Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre
1º DÍA DEL TRIDUO A SANTA MARÍA DE GUADALUPE
“Por el diálogo en las familias”
A) 1º parte Historia de las apariciones
Diez años después de la conquista de México, el día 9 de diciembre de 1531, Juan Diego iba rumbo al Convento de Tlaltelolco para oír misa. Al amanecer llegó al pie del Tepeyac. Y oyó una dulce voz procedente de lo alto de la colina, llamándole: "Juanito; querido Juan Dieguito". Juan subió presurosamente y al llegar a la cumbre vio a la Santísima Virgen María en medio de un arco iris, ataviada con esplendor celestial. Su hermosura y mirada bondadosa llenaron su corazón de gozo infinito mientras escuchó las palabras tiernas que ella le dirigió a él.
Ella habló en azteca. Le dijo que ella era la Inmaculada Virgen María. Y Le reveló que su deseo tener un templo allá en el llano donde, como madre piadosa, mostraría todo su amor y misericordia a él y a los suyos y a cuantos necesitasen de su amparo. "Y para realizar lo que mi amor pretende, irás a la casa del Obispo de México y le dirás que yo te envío a manifestarle lo que mucho deseo; que aquí en el llano me edifique un templo. Le contarás cuanto has visto y admirado, y lo que has oído. Ten por seguro que le agradeceré bien y lo pagaré, porque te haré feliz y merecerás que yo te recompense el trabajo y fatiga con que vas a procurar lo que te encomiendo. Ya has oído mi mandato, hijo mío, el más pequeño: anda y pon todo tu esfuerzo". Juan se inclinó ante ella y le dijo: "Señora mía: ya voy a cumplir tu mandato; me despido de ti, yo, tu humilde siervo".
Cuando Juan llegó a la casa del Obispo Zumárraga y fue llevado a su presencia, le dijo todo lo que la Madre de Dios le había dicho. Pero el Obispo parecía dudar de sus palabras, pidiéndole volver otro día para escucharle más despacio.
B) Aporte para la Reflexión:
En este día rezamos por las familias, pero especialmente por el diálogo, para que sea el diálogo el que construya puentes de entendimiento, comprensión, cariño y solidaridad. En esta parte de la historia de la aparición de la Virgen a Juan Diego, María como madre nos enseña que el diálogo es el mejor camino para llegar al otro, y sobre todo el diálogo respetuoso y cariñoso. Recordemos las palabras con las que María se dirige a Juan Diego: “Juanito, querido, Juan Dieguito”, con respeto, con cariño y al sentirse tratado con tanto cariño, como decirle que no a María, la respuesta fue “sí... voy...”
El diálogo es la mejor herramienta para exponer una idea, un pensamiento, una postura. Y es la mejor herramienta para llegar a un acuerdo, para buscar soluciones. El diálogo nos acerca, el silencio nos distancia.
Pidámosle a nuestra madre en nuestras familias no falte el diálogo, que podamos utilizar el rico don de la palabra para expresar nuestras ideas, anhelos, pensamientos, sentimientos, desde una actitud de apertura que sea capaz de recibir lo que el otro me dice, como Juan Diego.
C) Intenciones:
A cada intención respondemos: “Por María, Señor escúchanos”
· Te pedimos, Madre, por nuestros sacerdotes, para que sean siempre signo de diálogo sincero y ejemplo de oración, siendo ellos “los que hablan a Dios de los hombres y a los hombres de Dios”.
R. “Por María, Señor escúchanos”
· Por cada uno de nosotros los cristianos, para que podamos crecer en el Dialogo, “trato de amistad” con el Señor, (La oración) para que sea El quien oriente nuestra vida. · Por nuestros gobernantes para que tengan una actitud de apertura con las diferentes asociaciones civiles, sociales y gremiales, y que a través de un diálogo sincero puedan encontrar acciones que beneficien al conjunto de la sociedad.
R. “Por María, Señor escúchanos”
· Para que seamos en nuestra familia, trabajo, barrio, personas que buscan el diálogo como medio de comunión y herramienta para solucionar nuestros problemas.
R. “Por María, Señor escúchanos”
D) rezamos
El rosario o Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Rosario a la Virgen de Guadalupe
Por la señal de la Santa Cruz, De nuestros enemigos, Líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, Del Hijo, Y del Espíritu Santo. Amén.
El Credo
Creo, en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo; la Santa Iglesia Católica; la Comunión de los Santos; el perdón de los pecados; la resurrección de los muertos; y la vida eterna. Amén.
- Misterios Gloriosos -
Primer Misterio
La Triunfante Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo
La Virgen de Guadalupe trae un mensaje de paz a su pueblo:
Petición: Pedimos a la Virgen María por todos aquellos que no la conocen y no la valoran como su Madre.
Padre Nuestro
V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María (Repetir 10 veces
V. Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres; entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
JACULATORIAS:
V. Mi corazón en amarte eternamente se ocupe.
R. Y mi lengua en alabarte, Madre mía de Guadalupe.
V. San Juan Diego, predilecto de María.
R. Oye benigno mi ruego y sé tú mi protector y guía.
Segundo Misterio:
La Ascensión a los cielos de Nuestro Señor Jesucristo
Juan Diego comparte a la Virgen su humildad y su; pequeñez a los ojos de los hombres:
Petición: Pedir a la Virgen que nos ayude a darnos cuenta del valor de la humildad y la sencillez de corazón]
Padre Nuestro
V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María (Repetir 10 veces
V. Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres; entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
JACULATORIAS:
V. Mi corazón en amarte eternamente se ocupe.
R. Y mi lengua en alabarte, Madre mía de Guadalupe.
V. San Juan Diego, predilecto de María.
R. Oye benigno mi ruego y sé tú mi protector y guía.
Tercer Misterio: La Venida del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles
María de Guadalupe escogió a Juan Diego por su sencillez y no por su sabiduría:
Petición: Pedir a la Virgen que nos ayude a saber transmitir la palabra de Cristo a los demás]
Padre Nuestro
V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María (Repetir 10 veces
V. Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres; entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
JACULATORIAS:
V. Mi corazón en amarte eternamente se ocupe.
R. Y mi lengua en alabarte, Madre mía de Guadalupe.
V. San Juan Diego, predilecto de María.
R. Oye benigno mi ruego y sé tú mi protector y guía.
Cuarto Misterio: La Asunción de María Santísima en cuerpo y alma al cielo
La Virgen María cura a Juan Bernardino como signo de que quiere salud y felicidad para su pueblo:
Petición: Pedir a la Virgen que, como Juan Diego, sepamos acompañar en la enfermedad, la angustia y el dolor a los que están cerca de nosotros.
Padre Nuestro
V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María (Repetir 10 veces
V. Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres; entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
JACULATORIAS:
V. Mi corazón en amarte eternamente se ocupe.
R. Y mi lengua en alabarte, Madre mía de Guadalupe.
V. San Juan Diego, predilecto de María.
R. Oye benigno mi ruego y sé tú mi protector y guía.
Quinto Misterio: La coronación de María Santísima como Reina y Señora de todo lo creado
María nos deja su imagen en la tilma para recordarnos su ternura, su amor y su constante protección:
Petición: Pedimos a la Virgen que, como Ella, sepamos escuchar y ayudar a nuestros hermanos]
Padre Nuestro
V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
Ave María (Repetir 10 veces
V. Dios te salve María llena eres de gracia el Señor es contigo; bendita tú eres; entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la ahora de nuestra muerte. Amén.
Gloria
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
JACULATORIAS:
V. Mi corazón en amarte eternamente se ocupe.
R. Y mi lengua en alabarte, Madre mía de Guadalupe.
V. San Juan Diego, predilecto de María.
R. Oye benigno mi ruego y sé tú mi protector y guía.
Letanías en Honor a Nuestra Señora de Guadalupe
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Dios, Padre Celestial, Creador a través del cual vivimos,
Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo,
Ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Ten piedad de nosotros.
Perfecta Virgen, Santa María de Guadalupe,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre de América,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Estrella de la Nueva Evangelización,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Perfecta y Eterna Virgen,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre del Verdadero Dios,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre digna de honor y veneración,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre más misericordiosa,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre de quienes te aman,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre de quienes confían en ti,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre de quienes te lloran,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre de quienes te buscan,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre que cura todos nuestros dolores, miserias y penas,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien alivia nuestros sufrimientos,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre que nos mantiene bajo su mirada compasiva y misericordiosa,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien nos muestra su ayuda, amor y compasión,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien elige aquellos que son humildes y simples,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien nos repaga amorosamente todos lo que la sirven,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien nos tiene bajo su mantilla y su protección,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Madre quien nos lleva en su abrazo,
Ruega por nosotros.
Santa María de Guadalupe, Fuente de nuestra alegría,
Ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Sálvanos, Oh Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Óyenos, Oh Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros, Oh Señor.
Ruega por nosotros, Oh Santa Madre de Dios, para que podamos ser dignos de las promesas de Jesucristo.
Oremos:
Omnipotente y Eterno Dios, Tu mensaje de Misericordia, encomendado a la Virgen Perfecta, Santa María de Guadalupe, invita a todos tus niños a colocar toda su confianza en Ti. A través de la intercesión de la Madre de Tu Hijo, haz que Tu mensaje de Misericordioso Amor encienda nuestros corazones para que podamos ser heraldos fieles e instrumentos de esta Divina Misericordia para el mundo. Te pedimos esto a través de nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo, quien vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Un Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Salve
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te Salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh Clemente!, ¡Oh Piadosa!, ¡Oh Dulce siempre Virgen María!
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Oración
Préstame Madre tus ojos, para con ellos poder mirar, porque si con ellos miro, nunca volveré a pecar.
Préstame Madre tus labios, para con ellos rezar, porque si con ellos rezo, Jesús me podrá escuchar.
Préstame Madre tu lengua, para poder comulgar, pues es tu lengua patena de amor y santidad.
Préstame Madre tus brazos, para poder trabajar, que así rendirá el trabajo una y mil veces más.
Préstame Madre tu manto, para cubrir mi maldad, pues cubierta con tu manto al Cielo he de llegar.
Préstame Madre a tu Hijo, para poder yo amar. Si tú me das a Jesús, qué más puedo yo desear y ésta será mi dicha por toda la eternidad. Amén.
†
En el nombre del Padre, Del Hijo, Y del Espíritu Santo,
Amén.
Canción La Guadalupana
Desde el Cielo, una hermosa mañana (bis) La Guadalupana (tres veces) bajó al Tepeyac.
Suplicante juntaba sus manos (bis) y eran mexicanos (tres veces) su porte y su faz.
Su llegada llenó de alegría (bis) De luz y armonía (tres veces) el Anáhuac.
Junto al monte pasaba Juan Diego (bis) Y acercó sé luego (tres veces) al oír cantar.
A Juan Diego la Virgen le dijo (bis) este cerro elijo (tres veces) para hacer mi altar.
Y en la tilma entre rosas pintada (bis) Su imagen amada (tres veces) se dignó dejar.
Desde entonces para el mexicano (bis) Ser guadalupano (tres veces) es algo esencial.
En sus penas se postra de hinojos (bis) Y eleva sus ojos (tres veces) hacia el Tepeyac.
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