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SANTUARIO DE FATIMA

SANTO ROSARIO MISTERIOS GOZOSOS

ADORACIÓN ON-LINE CON Jésed - Cantos católicos para adorar y meditar con la eucaristía

sábado, 16 de abril de 2022

ROSARIO SOBRE LA VIDA CRISTIANA DE MARÍA

 

ROSARIO SOBRE LA VIDA

CRISTIANA DE MARÍA

 †

Hacer el signo de la cruz:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.


El acto de contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.


El Padrenuestro

V. Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

Rezar 3 Avemarías por: la Fe, la Esperanza y la Caridad

Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Rosario sobre los Misterios de dolor y alegría en la vida cristiana de Santa María

 

Primer Misterio

La Anunciación – Encarnación

Santa María percibe el dolor que suscitará la incomprensión ante la magnitud del misterio con el que es bendecida, y, al mismo tiempo, la inmensidad de la alegría de la llegada del Salvador esperado a su seno virginal.

Padre nuestro... diez avemarías y gloria

 

Segundo misterio

Peregrinaje natal a Belén

El largo y penoso camino, el rechazo de tantos que le niegan la posada, el refugio de animales en el que habrá de dar a luz son trascendidos absolutamente por la alegría inconmensurable del nacimiento del Reconciliador, y del reconocimiento de los pobres pastores y de los reyes gentiles.

Padre nuestro... diez avemarías y gloria

 

Tercer misterio

Los encuentros en el Templo en la Presentación del Niño Jesús

Los encuentros en el Templo portan la señal del dolor – alegría. He aquí al Mesías, el liberador esperado, Aquel que nos trae la reconciliación. Pero también la seguridad de las pruebas y del camino de la Cruz.

Padre nuestro... diez avemarías y gloria

 

Cuarto misterio

La Muerte y Resurrección del Señor Jesús

La Madre junto a la Cruz, experimentando en sufrimientos inenarrables el dolor de su Hijo, que le prepara su propio corazón, guarda por la experiencia de la fe una singular alegría paralela: El que así muere redimiendo la antigua deuda, resucitará como primicia de todo el género humano.

Padre nuestro... diez avemarías y gloria

 

Quinto misterio

La espera en el Cenáculo

También traiciones y desaliento, la debilidad de los discípulos más cercanos, las dudas de algunos, el dolor de la separación, la espera larga de los días interminables se ilumina a la luz de la oración que culmina con el júbilo de la venida del Espíritu de vida, de paz, de amor.

Padre nuestro... diez avemarías y gloria


Terminemos nuestro rosario rezando, por las intenciones del Santo Padre: Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


Y la Salve.

Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

 

Ave María Purísima, sin pecado concebida y siempre virgen, hija de San Joaquín y Santa Ana es María Santísima.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

jueves, 14 de abril de 2022

Cómo rezar el Rosario

 

 

 

Cómo rezar el Rosario

 

Haga la “Señal de la Cruz” y rece el “Credo de los Apóstoles”.

Rece el “Padrenuestro”.

Rece tres “Avemarías”.

Rece el “Gloria”.

Anuncie el primer misterio, luego rece el “Padrenuestro”.

Rece diez “Avemarías” mientras medita sobre el misterio.

Rece un “Gloria” y la “Oración de Fátima”.

Y así todos los misterios,

Al finalizar los 5 misterios

Rece la “Salve”.

Rece la “Oración después del Rosario”.

 

Los misterios del Rosario

 

Misterios Gozosos

(lunes y sábado)


La Encarnación del Hijo de Dios

La Visitación de nuestra Señora a su prima Isabel

El nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén

La presentación de Jesús en el Templo

El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo

 

Misterios Dolorosos

(martes y viernes)


La oración en el Huerto

La flagelación de Jesús atado a la columna

La coronación de espinas

Jesús con la cruz a cuestas camino del Calvario

La crucifixión y muerte de Jesús

 

Misterios Gloriosos

(miércoles y domingo)


La Resurrección del Hijo de Dios

La Ascensión del Señor al cielo

La venida del Espíritu Santo

La Asunción de María al cielo

La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado

 

Misterios Luminosos

(jueves)


El Bautismo en el Jordán

Las bodas de Caná

El anuncio del Reino de Dios

La Transfiguración

La instauración de la Eucaristía

 

Las oraciones del Rosario

La Señal de la Cruz

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


El Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.


El Padrenuestro

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


El Avemaría

Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


El Gloria

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Oración de Fátima

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.


La Salve

Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

 

Oración después del Rosario

Oh Dios, cuyo Hijo unigénito, por su vida, muerte y Resurrección nos ha merecido el premio de la bienaventuranza eterna, concédenos a quienes meditamos los misterios del Santísimo Rosario de la Virgen María, imitar lo que en ellos se contiene y alcanzar lo que prometen, por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.




sábado, 2 de abril de 2022

LOS SIETE DOLORES DE MARÍA


 


Los siete dolores de María

Textos: D. Alfonso Crespo. Composición: Comisión de Espiritualidad de la Archicofradía Pontificia, Real, Ilustre y Venerable Archicofradía Sacramental de Culto y Procesión del Stmº Cristo de la Expiración y María Stmª de los Dolores Coronada

Fuente: https://www.expiracion.org/

 


Los Siete Dolores de María

 

HIMNO DE VÍSPERAS

¡Ay dolor, dolor, dolor,

por mi hijo y mi Señor!

 

Yo soy aquella María

del linaje de David:

¡Oíd, hermano, oíd

la gran desventura mía!

 

A mí me dijo Gabriel

que el Señor era conmigo,

y me dejó sin abrigo

más amarga que la hiel.

 

Díjome que era bendita

entre todas las nacidas,

y soy de las doloridas

la más triste y afligida.

 

Decid, hombres que corréis

por la vía mundanal,

decidme si visto habéis

igual dolor que mi mal.

 

Y vosotras que tenéis

padres, hijos y maridos,

ayudadme con mis gemidos,

si es que mejor no podéis.

 

Llore conmigo la gente,

alegres y atribulados,

por lavar los pecados

mataron a un Inocente.

 

¡Mataron a mi Señor,

mi redentor verdadero!

¡Cuitada!, ¿cómo no muero

con tan extremo dolor?

 

Señora, santa María,

déjame llorar contigo,

pues muere Dios y mi amigo,

y muerta esta mi alegría.

 

PRIMER DOLOR

LA PROFECÍA DE SIMEÓN EN LA PRESENTACIÓN AL TEMPLO

«… Mi primer dolor, hijos, comenzó en Jerusalén. Fuimos como judíos observantes a cumplir la Ley: presentar al primogénito en el Templo. Y al entrar en el primer atrio, se nos acerca un venerable anciano, que toma al Niño en sus brazos ante la inquietud de José y mía. Pero la calidez de su voz nos tranquiliza. Sus palabras comienzan con una alabanza, llamando a mi Hijo luz de las naciones y gloria de Israel.

Pero susurra también palabras proféticas: este Niño será signo de contradicción; y a ti, mujer, una espada te atravesará el alma (Lc 2,34) El vaticinio quedó prendido en mi corazón. Y todo lo entendí cuando tuve a mi Hijo muerto en el regazo, con el alma partida de dolor.

 

Oración:

María Stmª de los Dolores, te presentamos el sufrimiento de todas las madres ante el futuro incierto de sus hijos.

Dios te salve, María

 

SEGUNDO DOLOR

LA HUÍDA A EGIPTO

 

El segundo dolor, es fruto de la huida a Egipto. Dios, todopoderoso, tiene que defender a su Hijo de la ira de Herodes. Y tras el anuncio del ángel al justo José (cf. Mt 2,13), comenzamos una huida hacia la tierra desconocida de Egipto. José y yo hablamos del Dios poderoso, pero sólo contemplamos la debilidad de un Niño. Y oímos los gritos desgarrados de las madres de los Inocentes, que como un eco nos perseguía en el desierto. Y mi corazón de madre, se desgarraba. El camino de Egipto fue un camino de dolor y madurez en la fe. ¡Es difícil, a veces, entender los planes de Dios! pero el amor hace que las dudas se desvanezcan con la fuerza de la fe. Fue el amor el que nos hizo soportar el dolor de ser emigrantes en tierra extraña: nuestra seguridad la pusimos en las manos de Dios.

 

Oración:

María Stmª de los Dolores, te presentamos el sufrimiento de todas las familias que tienen que huir de su tierra por causa del hambre y de la guerra.

Dios te salve, María

 

TERCER DOLOR

JESÚS PERDIDO EN EL TEMPLO

El tercer dolor, fue también en el Templo. De nuevo, subimos a cumplir la Ley, y entonces Jesús, ya un adolescente crecido, se nos pierde. Le buscamos desandado el camino con las prisas y las alas del cariño. Y le encontramos en medio de sabios y doctores. Y como Madre le reclamo: ¿por qué nos has hecho esto, Hijo mío? José y yo te andamos buscando. Y mi hijo responde con palabras misteriosas: ¿no sabíais que tenía que ocuparme de las cosas de mi Padre? (Lc 2,48-49). Me sentí incomprendida en mi dolor, pero al mirarle descubrí el Misterio: yo buscaba a mi hijo y encontré al Hijo de Dios. Y así, mi Hijo se convirtió también en mi Maestro.

 

Oración:

María Stmª de los Dolores, te presentamos el sufrimiento de todas las madres que han perdido o están lejos de sus hijos por causa del trabajo, las guerras y los secuestros.

Dios te salve, María

 

CUARTO DOLOR

MARÍA ENCUENTRA A JESÚS CON LA CRUZ CAMINO DEL CALVARIO

El cuarto dolor, es un dolor compartido con las buenas mujeres de Jerusalén, que lloran contemplando al que carga con la Cruz en la calle de la Amargura camino del Calvario. Yo voy detrás, como siempre va el discípulo, aliviando con mi amor su sufrimiento, como queriendo traspasar de corazón a corazón tanto dolor. Lloro con las mujeres sencillas, que son madres, y recibo también la burla de los espectadores del horrible espectáculo. No fue largo el camino, pero fue un dolor interminable. Y recordaba las palabras de Isaías: Tomó sobre sí nuestros pecados y cargó con nuestros dolores... en sus heridas hemos sido curados (Is 53,4-5). Desde entonces, hijos, la llaman la Vía Dolorosa y en mi corazón tengo grabadas cada una de sus espinas.

 

Oración:

María Stmª de los Dolores, te presentamos el sufrimiento de todas las madres que están a los pies de sus hijos enfermos.

Dios te salve, María

 

QUINTO DOLOR

CRUCIFIXIÓN Y AGONÍA DE JESÚS

El quinto dolor, fue en el monte Calvario. Allí llegamos, pie con pie y mirada con mirada, el Hijo junto a la Madre. Su rostro desfigurado. Y comenzó el escarnio: le desnudaron, y la túnica que tejí con tanto mimo fue sorteada. No me entregaron nada. No me hacía falta. Los golpes de los clavos resonaban en mi corazón, y dolían más que la espada que en él había clavada: los dolores de un hijo, como el eco, se multiplican en el corazón de la madre. Y oí sus últimas palabras: Padre en tus manos encomiendo mi espíritu (Lc 23,46) Y descansé al pensar: ¡está en buenas manos! Y a los pies de la Cruz, recibí la mejor herencia: Ahí tienes a tu hijo, susurró con el último aliento, entregándome en el discípulo amigo a los hijos dispersos del pecado. Era otro parto: en la Cruz todos los hombres fueron alumbrados a la Vida eterna, eran salvados.

 

Oración:

María Stmª de los Dolores, te acogemos como Madre nuestra y te presentamos el sufrimiento de todos los hijos huérfanos que hay en el mundo.

Dios te salve, María

 

SEXTO DOLOR

MARÍA RECIBE EL CUERPO DE JESÚS

En el sexto dolor, Estuve a punto de desvanecerme, al recibirlo, descolgado de la cruz, en el regazo. Fue Juan, el amigo y confidente de mi Hijo quien sostuvo mis brazos, las santas mujeres enjugaban mis lágrimas, mientras yo acariciaba con mis manos el rostro del Hijo muerto, contemplándolo con la secreta esperanza de creer que era sólo un desmayo. Le acuné como en Belén y recordé las palabras de la nana. Ahora, le tenía joven, hermoso, en mi regazo, porque ni el dolor ni la cruz, ni las espinas ni los salivazos, pudieron desdibujar aquel semblante que aún llevo grabado en mis entrañas. Todos mirábamos al que traspasaron (Jn 19,36). El silencio cortante del descendimiento, terminó entre sollozos.

 

Oración:

María Stmª de los Dolores, ponemos en tu maternal regazo a toda la Iglesia, Cuerpo místico de tu Hijo, que peregrina en la tierra.

Dios te salve, María

 

SÉPTIMO DOLOR

MARÍA EN EL SEPULCRO DE JESÚS

El séptimo dolor, es la consecuencia final de esta catástrofe: en un sepulcro nuevo le dejamos; un discípulo oculto, José de Arimatea, brindó este aposento. Y se corrió la losa y quedó la Luz encerrada en la noche: ¡nunca la tierra tuvo al sol tan dentro! Quedé en la más profunda soledad... Comenzaban los días más largos. ¡Sin poder contemplar a mi Hijo, para qué me sirve la mirada! Y recordé el salmo, que invitaba: Tu rostro buscaré, Señor (Sal 26,8). Mi corazón decía que no puede el dolor vencer al amor, que el amor siempre resucita y calma. Y tras el Amor corrí; en la noche busqué la Aurora, sabiendo que vendría la madrugada de Pascua».

 

Oración:

María Stmª de los Dolores, te rogamos por todos los difuntos de nuestra cofradía y te presentamos el dolor de todas las familias que en esta pandemia no pueden despedirse de sus fallecidos.

Dios te salve, María

 

STABAT MATER DOLOROSA

La Madre piadosa estaba

junto a la Cruz y lloraba,

mientras el Hijo pendía.

 

Cuya alma triste y llorosa,

traspasada y dolorosa,

fiero cuchillo tenía.

 

Oh, cuán triste y afligida

se vio la Madre escogida,

de tantos tormentos llena.

 

Cuando triste contemplaba

y dolorosa miraba

del Hijo amado la pena.

 

Hazme contigo llorar

y de veras lastimar

de su pena mientras vivo.

 

Porque acompañar deseo

en la Cruz, donde le veo

tu corazón compasivo.

 

Virgen de vírgenes santas,

llore yo con ansias tantas

que el llanto dulce me sea.

 

Porque tu pasión y muerte

tenga en mi alma de suerte

que siempre sus penas vea.

 

Oración Final

¡Oh María Santísima de los Dolores! Tú que permaneciste fiel a tu Hijo al pie de la Cruz, concédenos que seamos fieles a las últimas enseñanzas que nuestro Maestro y Señor nos impartió, antes de expirar.

Que perdonemos de corazón, como el perdonó a sus verdugos; que juzguemos a los pecadores con entrañas de misericordia, prontos a la clemencia; que en nuestras tribulaciones y caídas acudamos confiadísimos a Ti.

Te pedimos, ¡oh Virgen de los Dolores! que nos acompañes en la hora de la muerte para recoger nuestro espíritu purificado por el dolor y la penitencia, y conducirlo al Padre para que goce de su Divina Presencia.

Amén.

 

viernes, 1 de abril de 2022

Explicación de la Devoción y Oración a los 7 dolores de María Santísima

 


Explicación de la Devoción y Oración a los 7 dolores de María Santísima


"Y a ti, Madre, una espada de dolor te atravesará el corazón..."

(Lucas 2, 35)

 

Explicación de la Devoción y Oración

  

Devoción

Siempre los cristianos han aprendido de la Virgen a mejor amar a Jesucristo. La devoción a los Siete Dolores de la Virgen María se desarrolló por diversas revelaciones privadas.

 

La Virgen comunicó a Santa Brígida de Suecia (1303-1373):

"Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Por eso tú, hija mía, no te olvides de Mí que soy olvidada y menospreciada por muchos. Mira mi dolor e imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y mis lágrimas y duélete de que sean tan pocos los amigos de Dios."

 

Nuestra Señora prometió que concedería siete gracias a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente, rezando siete Ave Marías mientras meditan en sus lágrimas y dolores:

1. "Yo concederé la paz a sus familias."

2. "Serán iluminadas en cuanto a los divinos Misterios."

3. "Yo las consolaré en sus penas y las acompañaré en sus trabajos.»

4. "Les daré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo o a la salvación de sus almas."

5. "Los defenderé en sus batallas espirituales contra el enemigo infernal y las protegeré cada instante de sus vidas."

6. "Les asistiré visiblemente en el momento de su muerte y verán el rostro de su Madre.

7. "He conseguido de mi Divino Hijo que todos aquellos que propaguen la devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente de esta vida terrena a la felicidad eterna ya que todos sus pecados serán perdonados y mi Hijo será su consuelo y gozo eterno." 

Según San Alfonso María Ligorio, Nuestro Señor reveló a Santa Isabel de Hungría que El concedería cuatro gracias especiales a los devotos de los dolores de Su Madre Santísima: 

1. Aquellos que antes de su muerte invoquen a la Santísima Madre en nombre de sus dolores, obtendrán una contrición perfecta de todos sus pecados.

2. Jesús protegerá en sus tribulaciones a todos los que recuerden esta devoción y los protegerá muy especialmente a la hora de su muerte.

3. Imprimirá en sus mentes el recuerdo de Su Pasión y tendrán su recompensa en el cielo.

4. Encomendara a estas almas devotas en manos de María, a fin de que les obtenga todas las gracias que quiera derramar en ellas.

 

Meditar los siete Dolores de Nuestra Madre Santísima es una manera de compartir los sufrimientos  más hondos de la vida de María en la tierra.

 

La fiesta de Nuestra Señora de los Dolores se celebra el 15 de septiembre, al día siguiente de la Exaltación de la Santa Cruz. Al pie de la Cruz, donde una espada de dolor atravesó el corazón de María, Jesús nos entregó a Su Madre como Madre nuestra poco antes de morir. En respuesta a esta demostración suprema de Su amor por nosotros, digamos cada día de nuestras vidas: "Sí, Ella es mi Madre. Jesús, yo la recibo y Te pido que me prestes Tu Corazón para amar a María como Tú la amas."


Rezar aquí el rosario de los 7 dolores de María Santísima (clic aquí)




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