Índice
La Inmaculada Concepción.
La Natividad de Nuestra
Señora.
Presentación de la Virgen
Los desposorios con José.
La anunciación a Nuestra
Señora.
La visitación a Santa Isabel.
El nacimiento de Jesús.
Presentación de Jesús en el
Templo.
Adoración de los magos.
La huida a Egipto.
Regreso a Nazaret.
Jesús entre los doctores.
Los años de Nazaret.
Las bodas de Caná.
Junto a la Cruz de Jesús.
Sepultura de Cristo.
Resurrección y Ascensión del
Señor.
La venida del Espíritu
Santo.
Dormición y Asunción de la
Virgen.
Reina y Señora del universo.
Presentación
Escribir una vida de María no es fácil. En
primer lugar, porque el Evangelio ofrece pocos datos sobre la Madre de Dios y
Madre nuestra, aunque sean suficientes para maravillarse ante la santidad de la
Virgen y alimentar una devoción filial hacia Ella.
Además, existen libros que,
utilizando los recursos exegéticos, históricos y literarios disponibles en su
época, se han ocupado de esta tarea. A partir del Concilio Vaticano II, los
estudios bíblicos han enriquecido notablemente nuestro conocimiento de la
Virgen de Nazaret, poniendo de relieve al mismo tiempo el especialísimo lugar
que ocupa en la historia de la salvación.
Estas páginas, pues, no tienen la pretensión
de ser una narración histórica de la andadura terrena de la Madre de Jesús. Se
trata más bien de una semblanza redactada con lenguaje accesible a todos, pero
anclado en los logros de la mariología contemporánea. En tiempos anteriores al
Concilio Vaticano II, la mariología (rama de la teología dogmática que estudia
la figura y el papel de María en el plan divino de salvación) afrontaba la
figura de la Virgen desde un punto de vista devocional. Al discurso le faltaba,
sin embargo, apoyo en la Escritura y en la tradición patrística, y no era fácil
integrar esa componente devocional tan arraigada en el pueblo cristiano.
El capítulo VIII de la
constitución dogmática Lumen gentium —dedicado a la Santísima Virgen María,
Madre de Dios, en el misterio de Cristo
y de la Iglesia— fue consciente de estos problemas y trató de poner remedio.
Anclando la mariología a sus fuentes primeras, y presentando a María en el
contexto de la historia de la salvación y del misterio de la Iglesia, el
Concilio consiguió una renovación de esta parte de la teología en continuidad
con la gran tradición de la Iglesia.
Este documento magisterial
tuvo la virtud de suscitar en numerosos teólogos el deseo de profundizar en los
datos de la revelación (Escritura y Tradición) sobre la Santísima Virgen.
Muchas de estas aportaciones han sido asumidas por el magisterio ordinario de
la Iglesia: el beato Pablo VI, Benedicto XVI y especialmente san Juan Pablo II,
que desarrolló durante varios años un ciclo de catequesis semanales sobre la
Virgen. Con todos ellos hemos contraído los católicos una especial deuda de
gratitud, pues han hecho posible que la figura de María reluzca con luz más
intensa en el firmamento de la Iglesia, dando a la devoción mariana un sólido
fundamento teológico.
Sin embargo, con frecuencia, estas
aportaciones no han llegado al gran público; han quedado confinadas en los
tratados de mariología o en libros accesibles sólo a especialistas en la
materia. Ésta es la razón que me movió a escribir los presentes episodios de la
vida de María.
La primera edición vio la
luz en el año 2011, en la página web del Opus Dei. Aquí se recogen, en forma de
libro electrónico, los veinte capítulos que estructuran una semblanza completa
de la Virgen María. Quien desee consultar los anexos a cada capítulo, puede
recurrir al libro «La Virgen María. Magisterio, Santos, Poetas», publicado en
el año 2012 por ediciones Palabra, de Madrid. Allí se incluyen textos del
magisterio, de santos y de poetas, de diversas épocas, que enriquecen los temas
tratados.
Ojalá sirvan estas páginas para que el lector
se maraville aún más de las riquezas sobrenaturales que la Trinidad ha
derramado en la Virgen Santísima, y para que la devoción mariana, firmemente
arraigada en la Escritura, en la Liturgia y en el Magisterio, cale más
profundamente en su vida.
JOSÉ ANTONIO LOARTE Roma,
15 de agosto de 2015
Solemnidad
de la Asunción de Nuestra Señora
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