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MAYO MES DE MARÍA

viernes, 21 de agosto de 2020

MISTERIOS GLORIOSOS: NOVENA DE ACCIÓN DE GRACIAS A LA VIRGEN DEL ROSARIO DE POMPEYA


MISTERIOS GLORIOSOS NOVENA DE ACCIÓN DE GRACIAS A LA VIRGEN DE POMPEYA

 

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ORACIÓN QUE SE HARÁ

ANTES DE LA MEDITACIÓN

 

ACCIÓN DE GRACIAS

¡Dios te salve María, Reina del Santo Rosario! ¡Madre mía, salve! Humildemente me postro a tus pies para ofrendarte una corona de, flores. Rosas de color rojo, en memoria de los dolores que sufristeis junto a tu Hijo divino, cada flor te recordará un misterio; cada diez flores van con una petición para una gracia particular.

 

¡Oh Excelsa Reina, Dispensadora de las gracias de Dios y Madre de todos los que a ti acuden. Vos, no podéis menospreciar esta ofrenda, con la cual van unidas mis peticiones. Al recibir estas ofrendas recibe, asimismo, mis peticiones; de tus misericordias espero la gracia y favores que con confianza te pido.

Cuánto te pido, lo recibiré, demuestra que eres mi madre.

 

Credo. Padre Nuestro. Tres Avemarías. Gloria.

 

El Credo de los Apóstoles

“Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso, y desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén”.

 


Padre nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

 

Ave María

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 


I. LA RESURRECCIÓN

Oh gloriosa Madre Virgen María. Medito ahora el Misterio de la Resurrección de Nuestro Señor que es cuando en la mañana del tercer día después de su muerte y sepultura salió de ella y se te presentó, llenando así de indecible alegría tu corazón; se apareció a las santas mujeres, y a sus discípulos quienes al reconocerle le adoraron.

 

Yo, humildemente te ofrezco:

 1 Padrenuestro, 10 avemarías, 1 gloria.

 

Padre nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

 

Ave María

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Uno a estas diez rosas mi petición para poseer la virtud de la Fe y reverentemente deposito a tus plantas estas flores espirituales.

 


II. LA ASCENSIÓN

Oh gloriosa Madre, Virgen María. Medito ahora el Misterio de la Ascensión que es cuando, cuarenta días después de su Resurrección, fue al monte Olivo acompañado de Ti y de sus Discípulos quienes le adoraron por última vez, prometiéndole El que estaría con ellos hasta la consumación de los siglos. Entonces, extendiendo sus manos sobre sus discípulos, y después de bendecirles, a la vista de todos, subió a los cielos.

 

Yo, humildemente te ofrezco:

 1 Padrenuestro, 10 avemarías, 1 gloria.

 

Padre nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

 

Ave María

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Uno a estas diez rosas mi petición para poseer la virtud de la Esperanza y reverentemente deposito a tus plantas estas flores espirituales.

 


III. LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO

Oh gloriosa Madre, Virgen María. Medito ahora el Misterio de la Venida del Espíritu Santo, cuando los Apóstoles reunidos contigo en una casa en Jerusalén, descendió el Espíritu Santo en formas de lenguas de fuego, inflamando los corazones de los apóstoles con el divino amor, infundiéndoles la sabiduría, dándoles el don de poseer todos los lenguajes, y llenándote con la plenitud de SU gracia, te inspiró para que oraras por los apóstoles y los primeros Cristianos.

 

Yo, humildemente te ofrezco:

 1 Padrenuestro, 10 avemarías, 1 gloria.

 

Padre nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

 

Ave María

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Uno a estas diez rosas mi petición para poseer la virtud de la Caridad y reverentemente deposito a tus plantas estas flores espirituales.

 


IV. LA ASUNCIÓN A LOS CIELOS

DE NUESTRA SANTÍSIMA MADRE

Oh gloriosa Madre, Virgen María. Medito ahora el Misterio de Tu Asunción a los Cielos, cuando con el intenso deseo de unirte a tu Divino Hijo en los cielos, tu alma, separándose del cuerpo; subió hasta su Dios quién por el amor infinito que tenía a Su Madre cuyo virginal cuerpo fue SU primer tabernáculo en la tierra, lo llevó a los cielos y allí en medio de los ángeles y santos, lo unió a Tu alma bendita.

 

Yo, humildemente te ofrezco:

 1 Padrenuestro, 10 avemarías, 1 gloria.

 

Padre nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

 

Ave María

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Uno a estas diez rosas mi petición para poseer la virtud de Unirme a Jesús en Pensamientos y en Sentimientos y reverentemente deposito a tus plantas estas flores espirituales.

 


V. LA CORONACIÓN DE NUESTRA SANTÍSIMA MADRE EN LOS CIELOS COMO REINA DE TODO LO CREADO

Oh gloriosa Madre, Virgen María. Medito ahora el Misterio de Tu Coronación en los cielos. Cuando llegaste a los cielos te pusieron tres Coronas. El Dios Padre te coronó como Reina del Cielo; el Dios Hijo te coronó como la más amada de entre todas las criaturas y de entre todas las mujeres y el Espíritu Santo te coronó como su Esposa Inmaculada; la más perfecta adoradora de la Beatísima Trinidad, ruega por nuestra causa como nuestra más poderosa y misericordiosa Madre.

 

Yo, humildemente te ofrezco:

 1 Padrenuestro, 10 avemarías, 1 gloria.

 

Padre nuestro

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

 

Ave María

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en un principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

 

Uno a estas diez rosas mi petición para poseer la virtud de Unirme Contigo y reverentemente deposito a sus plantas estas flores espirituales.

 

Hágase aquí la comunión espiritual.

 

COMUNIÓN ESPIRITUAL

(Qué se hará después de una parte del Rosario, o sea después de las 50 avemarías).

 

JESÚS mío, que estás real y verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. No pudiéndote recibir bajo las especies sacramentales, Te suplico con un corazón lleno de amor y deseos hacia Ti, que vengas a mi alma por medio del Corazón Inmaculado de María, Tu Madre, y que té quedes con nosotros para siempre:

 

Tu conmigo

Yo contigo

En esta vida

Y en la venidera

Por medio de María.

 

Acción de Gracias

Dulce Madre, Virgen María. Te ofrezco esta comunión espiritual como la cinta que enlaza las flores espirituales depositadas a tus plantas en acción de gracias (menciónese la gracia pedida) que Tú, llena de amor has conseguido para mí. Avemaría...

 

Oración Final

OH Dios, que por medio de la vida, muerte y resurrección de Tu Unigénito Hijo nos distes la vida eterna te suplicamos nos concedas, Señor, que nosotros los que meditamos los Misterios del Santo Rosario de la Benditísima Virgen podamos imitar cuantos dichos Misterios contienen y prometen obtener. Por Jesucristo, Nuestro Señor, Amén.

 

  • ·      Que la asistencia divina quede siempre en nosotros.
  • ·      Que descansen en paz las almas de los que ya murieron, por las misericordias de Dios. Amén.
  • ·      Oh Santísima Virgen María. Unida a la de tu Divino Hijo, danos la bendición para este día (o noche).

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.




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