Páginas: Novena Inmaculada Concepción

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MAYO MES DE MARÍA

lunes, 4 de febrero de 2019

TRIDUO A LA VIRGEN DE LOURDES I



Triduo a la Virgen de Lourdes

 Por la señal de la Santa Cruz...

R. Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti

 Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todo mal ¡Oh Virgen Gloriosa y Bendita!

R. Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti

 Ante ti, Virgen de Lourdes, ante tu corazón inmaculado, queremos unirnos hoy de nuevo a nuestro Redentor que se ha ofrecido por los hombres, a fin de regenerarlos con el perdón y alimentarlos con su vida. Tú, que te has unido, más que nadie a su ofrenda por la salvación del mundo. Y Tú , mediante la voz de Bernardita, nos súplicas que acojamos la invitación a la penitencia, a la conversión, a la plegaria. No permitas jamás que en nuestro camino olvidemos tu llamada. 

Madre de los hombres y de los pueblos, Tú que conoces sus sufrimientos y sus esperanzas, Tú que percibes de una manera maternal sus luchas entre el bien y el mal, entre la luz y la tiniebla, escucha nuestra oración, en ayuda de tus hijos durante la prueba. Confiamos especialmente a tu amor maternal los hijos de este pueblo. Ellos no han dejado de honrarte con sus tradiciones, peregrinaciones, y con la piedad popular, seguros de estar cerca de Cristo, al contemplarte a Ti, al escucharte y al rezarte.

Tu misma has hecho que Bernardita Soubirous tuviera la experiencia de tu dulce presencia, encomendándole un mensaje que es eco de la Palabra de Dios confiada a la Iglesia. La ofrenda que nosotros mismos hacemos ante Ti, como Madre de Lourdes, debe ser la obra personal de cada uno, de cada familia, de cada parroquia, y es bueno que la renueve cada generación expresándote su plena confianza en Ti.

Te suplicamos, Señora de Massabielle, que nuestra fe cristiana triunfe sobre todas las acechanzas, para que sea fielmente transmitida y las generaciones jóvenes la acojan de verdad. Te suplicamos que todos seamos asiduos en la oración. Te invocamos para que siempre surjan cristianos convencidos, santos, que arrastren a sus hermanos a una vida desbordante de amor a Dios y al prójimo y de celo por la nueva evangelización. Te pedimos que la caridad y la unidad, la alegría y la esperanza habiten en toda la Iglesia.

¡Oh María, Madre nuestra de Lourdes! Obtén para todos nosotros los dones del Espíritu Santo, a fin de renovarnos en la fe, en la esperanza y en el amor. Te encomendamos a los que Tu más quieres, a los enfermos, a los pobres, a los que sufren, a todos los desvalidos. Confiamos a tu corazón inmaculado y a tu amor maternal de nuestras vidas: AMÉN. 

R. Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti

ACTO DE CONSAGRACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

 Santa María, Madre de Dios, Virgen Inmaculada, que te apareciste 18 veces a Bernardette en la Gruta de Lourdes para recordar a los cristianos las maravillas y las exigencias del Evangelio, invitándoles a la oración, a la penitencia, a la Eucaristía y a la vida dentro de la Iglesia.

Para poder responder mejor a tu llamada me consagro a tu Hijo Jesús por intermedio de Tus manos.
Hazme dócil a su Espíritu; y por el fervor de mi fe, por la transparencia de toda mi vida por mi dedicación al servicio de los enfermos, haz que yo trabaje por Ti ayudando a los más necesitados para la reconciliación de los hombres, para la unidad de la Iglesia y para la paz del mundo.

R. Con el corazón abierto, Madre mía, te dirijo esta oración rogandote que la recibas y le des tu aprobación.
Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios.

 R. Oh María concebida sin pecado ruega por nosotros que recurrimos a Ti

Salve
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

V. Nuestra Señora de Lourdes: 
R. Ruega por nosotros

V. Santa Bernardita: 
R. Ruega por nosotros



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