Páginas: Novena Inmaculada Concepción

Páginas

Páginas

MAYO MES DE MARÍA

domingo, 18 de agosto de 2024

CORONA DE LOS 7 DOLORES A MARÍA



CORONA DE LOS 7 DOLORES DE LA VIRGEN MARÍA -7 Avemarías- 


Rezar despacio, meditando cada uno de estos dolores:

                         †

          La señal de la Cruz 


† Al inicio se reza

† El Credo

† El Padre Nuestro

† 3 Avemarías


- Para cada dolor de María debe rezarsé 1 Padre Nuestro, 7 Ave Marías y 1 Gloria al Padre.


 ORACIÓN INICIAL 

 

 Dios mío, te ofrezco esta corona de los principales dolores de María, para mayor gloria vuestra, y para venerar a María Santísima, meditando y compartiendo en Ella sus dolores. Alcánzame la gracia del perdón de mis culpas y una verdadera disposición para obtener las gracias prometidas a los que se ocupan en este santo ejercicio.


ACTO DE CONTRICIÓN


Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente suplico tu perdón y por medio de tu gracia concédeme ser verdaderamente merecedor de tu amor, por los méritos de tu Pasión y Muerte y por los dolores de tu Madre santísima. Amén.


V/. Doloroso y Dulcísimo Corazón Inmaculado de María. 

R/. Ruega por nosotros que nos refugiamos en tí.


1º DOLOR 

La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús en el Templo.


Te acompañamos Madre, en este dolor. . . y por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.


Rezar: 1 Padre Nuestro, 7 Ave Marías y 1 Gloria al Padre.


V/. Doloroso y Dulcísimo Corazón Inmaculado de María. 

R/. Ruega por nosotros que nos refugiamos en tí.


2º DOLOR 

La huida a Egipto con el Niño Jesús, María y José.


Te acompañamos Madre en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.


Rezar: 1 Padre Nuestro, 7 Ave Marías y 1 Gloria al Padre.


V/. Doloroso y Dulcísimo Corazón Inmaculado de María. 

R/. Ruega por nosotros que nos refugiamos en él.


3º DOLOR 

La pérdida de Jesús en el Templo.


Te acompañamos Madre en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.


Rezar: 1 Padre Nuestro, 7 Ave Marías y 1 Gloria al Padre.


V/. Doloroso y Dulcísimo Corazón Inmaculado de María. 

R/. Ruega por nosotros que nos refugiamos en él.


4º DOLOR 

El encuentro de Jesús con su madre cargando con la cruz a cuestas camino del calvario.


Te acompañamos Madre en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.


Rezar: 1 Padre Nuestro, 7 Ave Marías y 1 Gloria al Padre.


V/. Doloroso y Dulcísimo Corazón Inmaculado de María. 

R/. Ruega por nosotros que nos refugiamos en él.


5º DOLOR 

La crucifixión y la agonía de Jesús.


Te acompañamos Madre. en este dolor........ Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.


Rezar: 1 Padre Nuestro, 7 Ave Marías y 1 Gloria al Padre.


V/. Doloroso y Dulcísimo Corazón Inmaculado de María. 

R/. Ruega por nosotros que nos refugiamos en él.


Madre mía, haz que mi corazón acompañe tu dolor en la muerte de Jesús.


6º DOLOR 

La lanzada en el costado y al recibir en tus brazos a tu Hijo ya muerto.


Te acompañamos Madre en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como El nos amo.


Rezar: 1 Padre Nuestro, 7 Ave Marías y 1 Gloria al Padre.


V/. Doloroso y Dulcísimo Corazón Inmaculado de María. 

R/. Ruega por nosotros que nos refugiamos en él.


Madre mía, haz que mi corazón acompañe tu dolor en la muerte de Jesús.


7º DOLOR 

El entierro de tú  Hijo, Jesús, y la soledad de María.


Te acompañamos Madre en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos…


Rezar: 1 Padre Nuestro, 7 Ave Marías y 1 Gloria al Padre.


V/. Doloroso y Dulcísimo Corazón Inmaculado de María. 

R/. Ruega por nosotros que nos refugiamos en él.


Madre mía, haz que mi corazón acompañe tu dolor en la muerte de Jesús.


ORACIÓN FINAL:

Oh Dios, Tú has querido que la vida de la Virgen fuera marcada por el misterio del dolor; concédenos, te rogamos, recorrer con Ella el camino de la fe y unir nuestros sufrimientos a la Pasión de Cristo para que sean motivo de gracia e instrumento de salvación. Por Cristo nuestro Señor. Amén.


LETANÍAS DOLOROSAS DE LA VIRGEN 


Señor, ten piedad.

Cristo, ten piedad.

Señor, ten piedad.


Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.


Dios, Padre celestial,

R.  ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo, Redentor del mundo, R.

Dios, Espíritu Santo, R.

Santísima Trinidad, un solo Dios. R.


Santa María,

R. Ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios,

Santa Virgen de las Vírgenes,

Madre Crucificada,

Madre Dolorosa,

Madre lacrimosa,

Madre aflicta,

Madre abandonada,

Madre desolada,

Madre despojada de su hijo,

Madre traspasada por la espada,

Madre consumida por el infortunio,

Madre repleta de angustias,

Madre con el corazón clavado a la Cruz,

Madre tristísima,

Fuente de lágrimas,

Auge de sufrimiento,

Espejo de paciencia,

Roca de constancia,

Áncora de confianza,

Refugio de los desamparados,

Escudo de los oprimidos,

Vencedora de los incrédulos,

Consuelo de los miserables,

Remedio de los enfermos,

Fortaleza de los flacos,

Puerto de los náufragos,

Bonanza en las Borrascas,

Recurso de los afligidos,

Terror de los que arman celadas,

Tesoro de los fieles,

Vista de los profetas,

Báculo de los Apóstoles,

Corona de los Mártires,

Luz de los confesores,

Perla de las Vírgenes,

Consolación de las viudas,

Alegría de todos los Santos,


- Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

perdónanos Señor.


- Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

escúchanos Señor.


- Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,

ten misericordia de nosotros.


Ruega por nosotros, oh Virgen Dolorosa, para que seamos dignos de alcanzar y gozar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.


ORACIÓN

Oh Dios, en cuya Pasión fue traspasada de dolor el alma dulcísima de la gloriosa Virgen y Madre María, según la profecía de Simeón; concédenos propicio, que cuantos veneramos sus dolores y hacemos memoria de ellos, consigamos el feliz efecto de tu sagrada Pasión. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

Amén.

___________________

La Santísima Virgen María manifeqstó a Sta. Brígida que concedía SIETE gracias a quienes diariamente le honrasen considerando sus lágrimas y dolores y rezando siete Avemarías:


1. Pondré paz en sus familias.


2. Serán iluminados en los Divinos Misterios.


3. Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.


4. Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas


5. Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de su vida.


6. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte; verán el rostro de su Madre.


7. He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y de alegría eterna.

**********

San Alfonso de Ligorio dijo que Nuestro Señor hizo cuatro promesas a aquellos que honran el Corazón Doloroso de Nuestra Señora. Los enumeró en su libro, Las glorias de María .


Las cuatro promesas de nuestro Señor para honrar el corazón dolorido de Nuestra Señora por San Alfonso María de Ligorio.


1)  “Que los que invocan a la madre divina con sus dolores, antes de la muerte, merecerán obtener el verdadero arrepentimiento de todos sus pecados”.


2)  “Que los protegerá en sus tribulaciones, especialmente en la hora de la muerte”.


3)  “Que les imprimirá el recuerdo de su pasión, y que tendrán su recompensa por ello en el cielo”.


4)  “Que entregue a María siervos tan devotos, para que ella disponga de ellos según le plazca y obtenga para ellos todas las gracias que desea”.

________________


Si bien la oración se remonta a la Edad Media, Nuestra Señora de Kibeho reintrodujo el Rosario de los Siete Dolores en la década de 1980 a la visionaria Marie-Claire Mukangango en Kibeho, Ruanda.


Además de obtener las 11 promesas enumeradas anteriormente, Nuestra Señora proporcionó cinco promesas adicionales a quienes rezan el Rosario de los Siete Dolores.


Rosario de las 5 promesas de los siete dolores de Nuestra Señora:


1) Con el rezo del Rosario de los Siete Dolores, los corazones más duros cambiarán, si lo rezas por ti mismo o por los demás.


2) Por el rezo del Rosario de los Siete Dolores, serás liberado de obsesiones y adicciones.


3) Este rosario cuando se dice con el corazón, nos hará ganar el verdadero arrepentimiento de nuestros pecados y liberará nuestras almas de la culpa y el remordimiento.


4) Aquellos que lo dicen a menudo, especialmente como lo recomienda Nuestra Señora a Marie Claire, los martes y viernes, obtendrán una comprensión clara de sus debilidades y defectos que los hacen pecar y las cosas que no nos gustan de nosotros mismos y pensamos que eran un problema, parte de nuestro carácter, cambiará.


5) Obtendrás todo lo que pidas a través de este rosario, rezando este rosario de corazón.



jueves, 8 de agosto de 2024

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN O DEL TRÁNSITO


NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN O DEL TRÁNSITO

Acto de contrición

Amabilísimo Jesús y Padre amoroso de las almas, a quien tanto hemos ofendido con nuestros pecados; tened piedad de nosotros. Vos que queréis la conversión del pecador y que viva, aquí tenéis a los que, arrepentidos de sus graves culpas, llaman a las puertas de vuestra misericordia pidiendo perdón y prometiendo no repetir sus ofensas, ayudados de vuestra gracia y confiados en la poderosa intercesión de la Santísima Virgen, asilo de pecadores: perdonadnos, Buen Jesús, y concedednos vuestra misericordia y gracia, para morir libres de toda culpa y alabaros eternamente en la gloria. Amén.


Oración para todos los días

Dios eterno e inmortal que con vuestra omnipotencia disteis el ser a María Santísima creándola exenta de pecado, colmándola de vuestra gracia y formando la creatura más perfecta de vuestra Sabiduría para dar gloria a los Cielos y Redentor al mundo; y que aunque también pudisteis exceptuarla de la común ley de morir, quisisteis que pasase por ella, pero de diferente modo, pues fue asunta al Cielo en cuerpo y alma a impulsos de vuestro amor para gozo y alegría de todos los espíritus celestiales: Os pedimos, Señor, que por los méritos de Jesús, vuestro Hijo y de su Santísima Madre, consigamos cuanto nuestras almas necesitan para llegar confiadamente al trance de la muerte, y lograr con su patrocinio soberano y el de su castísimo Esposo San José, que pasen a la posesión de la vida eterna, en donde os amemos, alabemos y bendigamos para siempre.Amén.

Rezar la oración del día correspondiente.


Oración final

Dios te salve Reina de los Ángeles y refugio y auxilio de los cristianos y consuelo de los afligidos; acoged, Madre Santísima y bendita, las súplicas con invocamos vuestra especial protección en las necesidades y peligros que nos afligen; concedednos, oh Virgen Inmaculada, lo que os pedimos en esta novena, si es voluntad divina y conviene para nuestra salvación. No nos olvidéis, Madre soberana, y defended bajo vuestro manto protector a la Santa Iglesia Católica y a todos vuestros devotos, para que así consigamos serena y dichosa muerte, y la posesión de la vida eterna. Amén.


Primer día

Oraciones preparatorias para todos los días (Págs. 4 y 6).

Soberana Emperatriz del Cielo y de la tierra, Aurora prodigiosa, que desde el instante primero de vuestra Concepción Inmaculada desterrasteis las sombras de la culpa original, y os fue recomendada la protección del rebaño de la Iglesia; a Vos acudimos como ovejas extraviadas, implorando vuestro patrocinio; y os rogamos, que como Madre amorosa, infundáis en nuestros corazones el mayor rechazo al pecado, una penitencia constante y la caridad más perfecta para bien de nuestras almas; y que así como Vos en vuestra Asunción a los Cielos, os consolasteis con vuestro felicísimo Tránsito que deseabais por el amor puro que os animaba, nos alcancéis que también lleguemos sin temor al trance de la muerte que nos espera, y vayan nuestras almas a gozar de la felicidad eterna de la gloria. Amén.

Intenciones. Rezar un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria al Padre.

Oración final para todos los días (Pág. 7).


Segundo día

Oraciones preparatorias para todos los días (Págs. 4 y 6).

Santísima Virgen María, que nacisteis al mundo tan hermosa y perfecta, que erais la más amada ante los divinos ojos, excediendo en perfección a todos los Ángeles y Santos, y fuisteis colmada de dones por la Santísima Trinidad, confiándoos los cuidados de todo nuestro bien, gracia y gloria, eligiéndoos por Madre de los pecadores: A Vos acudimos, suplicándoos que nos alcancéis una fe viva, un perfecto conocimiento de todas las verdades que nos enseña la Religión Católica; que seamos fieles constantemente a la voluntad de Dios y que, preparados, como Vos esperasteis vuestro felicísimo Tránsito en la Asunción al Cielo, nos resignemos a recibir la muerte, confiados en vuestro auxilio y en la misericordia divina para lograr la Bienaventuranza. Amén.

Intenciones. Rezar un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria al Padre.

Oración final para todos los días (Pág. 7).


Tercer día

Oraciones preparatorias para todos los días (Págs. 4 y 6).

Dulcísima y amantísima María, cuyo augusto y poderoso nombre dio a conocer en todo el mundo aquellas perfecciones que fueron la esperanza de los siglos y la expectación de los justos. Vuestro Nombre, Madre piadosísima, es el bálsamo que cura nuestras heridas, y néctar suavísimo que llena de dulzura nuestro corazón: Por la grandeza de Vuestro Santo Nombre os rogamos, que de los muchos favores que recibisteis de la Santísima Trinidad en vuestra Asunción al Cielo en cuerpo y alma, nos alcancéis el que más conveniente sea en la hora de nuestra muerte, y que la recibamos con la invocación del dulcísimo Nombre de María, pasando a acompañaros en la gloria. Amén.

Intenciones. Rezar un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria al Padre.

Oración final para todos los días (Pág. 7).


Cuarto día

Oraciones preparatorias para todos los días (Págs. 4 y 6).

¡Oh María, víctima purísima de amor!, que presentada en el templo del Señor en vuestros más tiernos años, os preparasteis para merecer la alta dignidad a que os había elevado el Todopoderoso: Os pedimos con el mayor fervor, que por tanta grandeza, nos concedáis que jamás nos separemos de Vuestra presencia, y que amando a Dios, nos hagamos dignos de vuestra protección y de vuestros consuelos en la hora de nuestra muerte, como los prodigasteis a los Santos Apóstoles en el desconsuelo que los afligía en los momentos de vuestra dichosa Asunción, para que consigamos veros y alabaros en el Cielo para siempre. Amén.

Intenciones. Rezar un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria al Padre.

Oración final para todos los días (Pág. 7).


Quinto día

Oraciones preparatorias para todos los días (Págs. 4 y 6).

Virgen soberana, Madre dignísima del Verbo Eterno, que al saludaros el Ángel, confesándoos llena de la mayor gracia que se ha concedido a criatura alguna, fuisteis el cumplimiento de todas la promesas que ofrecían al mundo un Redentor: Os bendecimos y confesamos como a la más pura, grande y poderosa después de Dios, por tanta dignidad; y saludándoos llenos de santa alegría, os suplicamos que nos concedáis la humildad que mostrasteis en la Anunciación; y que por aquella dicha que tuvisteis en la hora de vuestra felicísima Asunción, conozcamos lo precioso de la muerte de los justos, para que así purifiquemos nuestras obras, y aprendamos perfectamente a morir, para que os veamos en la gloria. Amén.

Intenciones. Rezar un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria al Padre.

Oración final para todos los días (Pág. 7).


Sexto día

Oraciones preparatorias para todos los días (Págs. 4 y 6).

Gloriosísima Virgen María, manantial perenne de todas las gracias, que llenasteis de gozo a vuestra prima Santa Isabel, cuando dejando Nazareth, fuisteis a las montañas para santificar a San Juan Bautista con la virtud y poder del Señor que llevabais en vuestro vientre: os rogamos, Madre nuestra, que nos visitéis en todos los peligros de alma y cuerpo, nos asistáis en los males de la vida, nos ayudéis en los trabajos y nos consoléis en las adversidades, y muy especialmente en la hora de la muerte, para que nuestra alma merezca ser colocada en vuestras manos en la gloria. Amén.

Intenciones. Rezar un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria al Padre.

Oración final para todos los días (Pág. 7).


Séptimo día

Oraciones preparatorias para todos los días (Págs. 4 y 6).

Humildemente Virgen María y Madre de los pecadores, que llena de amor para con los seres humanos os presentasteis en el templo para ofrecer al Eterno Padre a vuestro Hijo amantísimo, inmolándoos humillada con la ley de la Purificación: Os suplicamos nos concedáis una gracia especial, para alcanzar la virtud santa de la conformidad con la voluntad divina, y que imitándoos estemos constantemente en vela, esperando morir en Cristo, para alcanzar la felicidad de la gloria. Amén.

Intenciones. Rezar un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria al Padre.

Oración final para todos los días (Pág. 7).


Octavo día

Oraciones preparatorias para todos los días (Págs. 4 y 6).

Santísima Virgen María, que llena de alegría y herida del dardo de amor divino, conseguisteis en vuestra dichosa Asunción los inefables gozos que inundaron vuestra bendita Alma como premio debido a vuestra singular pureza; y con el triunfo más brillante fuisteis llevada por vuestro Hijo Jesús a los Cielos: os rogamos, que nos amparéis en todos nuestros peligros, y especialmente en la hora de la muerte, para que con la invocación de los dulces y consoladores nombres de Jesús, José y María, pasemos a gozar de los consuelos eternos. Amén.

Intenciones. Rezar un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria al Padre.

Oración final para todos los días (Pág. 7).


Noveno día

Oraciones preparatorias para todos los días (Págs. 4 y 6).

Soberana Reina del Cielo y Madre amantísima de los hijos de Adán; a Vos, en quien Dios ha confiado todos los tesoros de su poder, sabiduría y bondad, para que seáis la especial protectora de cuantos vivimos en este valle de lágrimas, y que coronada de gloria en la Patria celestial amparáis, protegéis y socorréis a cuantos os invocan: os pedimos, que aunque indignos, nos recibáis en el número de vuestros hijos amados, auxiliándonos con vuestra protección poderosa. No nos neguéis Madre mía, esta gracia, y las que hemos pedido en esta novena. Libradnos de todo peligro; finalmente, os rogamos por las benditas almas del Purgatorio, a fin de que prontamente pasen a gozar de Dios en la gloria, en la que todos os alabemos junto a la Santísima Trinidad eternamente. Amén.

Intenciones. Rezar un Padre nuestro, un Ave María y un Gloria al Padre.

Oración final para todos los días (Pág. 7).