Páginas: Novena Inmaculada Concepción

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MAYO MES DE MARÍA

sábado, 8 de mayo de 2021

ROSARIO PARA OBTENER DE DIOS LA FELICIDAD




EL ROSARIO PARA OBTENER DE DIOS

LA FELICIDAD


 Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN PARA PEDIR LOS FRUTOS

DEL ESPÍRITU SANTO

Espíritu de Caridad, haznos amar a Dios y a nuestros semejantes como Tú quieres que los amemos.

Espíritu de Gozo, otórganos la santa alegría, propia de los que viven en tu gracia.

Espíritu de Paz, concédenos tu paz, aquella paz que el mundo no puede dar.

Espíritu de Paciencia, enséñanos a sobrellevar las adversidades de la vida sin indagar el porqué de ellas y sin quejarnos.

Espíritu de Benignidad, haz que juzguemos y tratemos a todos con benevolencia sincera y rostro sonriente, reflejo de tu infinita suavidad.

Espíritu de Bondad, concédenos el desvivirnos por los demás, y derramar a manos llenas, cuantas obras buenas nos inspires.

Espíritu de Longanimidad, enséñanos a soportar las molestias y flaquezas de los demás, como deseamos soporten las nuestras.

Espíritu de Mansedumbre, haznos mansos y humildes de corazón, a ejemplo del Divino Corazón de Jesús, obra maestra de la creación.

Espíritu de Fe, otórganos el no vacilar en nuestra fe, y vivir siempre de acuerdo con las enseñanzas de Cristo, e iluminados por tus santas inspiraciones.

Espíritu de Modestia, enséñanos a ser recatados con nosotros mismos, a fin de no servir nunca de tentación a los demás.

Espíritu de Continencia, haznos puros y limpios en nuestra vida interior, y enérgicos en rechazar cuanto pudiera manchar el vestido blanco de la gracia.

Espíritu de Castidad, concédenos la victoria sobre nosotros mismos; haznos prudentes y castos; sobrios y mortificados; perseverantes en la oración y amantes de Ti, oh Dios del Amor hermoso.

Así sea.


Acto de Contrición

Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno.

Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.


El Credo de los apóstoles

Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María siempre Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí vendrá a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

 

MISTERIOS GOZOSOS

DEL SANTO ROSARIO

 

PRIMER MISTERIO

El Anuncio del Ángel y la Encarnación del Verbo

 

En la cuenta grande:

Un padrenuestro y un Avemaría


Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


Ave María

V. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén


En las cuentas pequeñas:

V. Sé que mañana y toda mi vida, voy a estar feliz.


Al finalizar cada decena:

V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Jaculatoria:

Arcángel Gabriel, que por tu palabra Dios nos de la felicidad. 

 

SEGUNDO MISTERIO

LA VISITACIÓN DE MARÍA A SU PRIMA SANTA ISABEL

 

En la cuenta grande:

Un padrenuestro y un Avemaría


Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


Ave María

V. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén


En las cuentas pequeñas:

V. Sé que mañana y toda mi vida, voy a estar feliz.


Al finalizar cada decena:

V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Jaculatoria:

Jesús, que por la intercesión de tu madre, María Santísima, seamos portadores de la alegría.

  

TERCER MISTERIO

EL NACIMIENTO DEL NIÑO DIOS

 

En la cuenta grande:

Un padrenuestro y un Avemaría

Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


Ave María

V. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén


En las cuentas pequeñas:

V. Sé que mañana y toda mi vida, voy a estar feliz.


Al finalizar cada decena:

V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Jaculatoria:

Divino Niño Jesús, que renazca en mí, tu felicidad

  

CUARTO MISTERIO

LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO Y PURIFICACIÓN DE MARÍA

 

En la cuenta grande:

Un padrenuestro y un Avemaría

Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


Ave María

V. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén


En las cuentas pequeñas:

V. Sé que mañana y toda mi vida, voy a estar feliz.


Al finalizar cada decena:

V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Jaculatoria:

Señor, haz que yo pueda presentarme ante Tí,  con el corazón limpio y alegre.

 

QUINTO MISTERIO

EL NIÑO PERDIDO Y EL GOZO DE ENCONTRARLO  EN

 EL TEMPLO 


En la cuenta grande:

Un padrenuestro y un Avemaría

Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


Ave María

V. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

R. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén


En las cuentas pequeñas:

V. Sé que mañana y toda mi vida, voy a estar feliz.


Al finalizar cada decena:

V. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.

R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Jaculatoria:

   Jesús, José y María, que nunca pierda mi felicidad y la encuentre siempre en vuestro corazón. Amén.


Al finalizar las 5 decenas una Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos  los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh, clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! 

Oremos: por las intenciones del Santo Padre el Papa N...   Padre Nuestro, Ave María y Gloria 

Oración:

   Eterno Padre, hoy quiero hablarte desde el fondo de mi corazón, quiero decirte... "perdón", por todos mis errores que me han encadenado al pecado, me "arrepiento" de todo lo que te ha ofendido, Ten "compasión" de mí. Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el camino de los pecadores. Padre, guíanos Tú, por el camino de la felicidad. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 


Patrocinio de la Virgen María

 

 

Patrocinio de la Virgen María


En esta fiesta damos gracias a Dios por el misterio de María y nos encomendamos a su protección, ya que la bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, reina de los apóstoles y madre benevolentísima de nuestra Orden, es para nosotros ejemplo de contemplación de la palabra de Cristo y de docilidad a la propia misión


La Iglesia ha invocado a la Virgen María « con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora » ya que su función maternal perdura sin cesar en la economía de la gracia y « con su múltiple intercesión continúa obteniéndonos los dones de la salvación eterna. » (LG n. 62)


Como afirma el MO fray Humberto de Romans: «La Virgen María fue una grande ayuda para la fundación de la Orden y se espera que la lleve a buen fin» (Opera, Il, 70.71). Por ello la Orden de Predicadores reconoce desde sus inicios la protección de la Virgen y «no duda en confesarla, la experimenta continuamente y la recomienda a todos —frailes, hermanas y laicos— para que apoyados en su protección maternal, se unan con mayor intimidad al Mediador y Salvador » (LG, n. 62) para llevar a cabo la difícil misión de la salvación de los hombres.


La celebración del patrocinio de María en la Orden se celebró en la liturgia en coincidencia con el aniversario de la bula de fundación de la Orden el 22 de diciembre de 1216, pero ante la debida preferencia de las ferias de Adviento inmediatas a navidad, se propone su celebración en este día del mes de mayo – dedicado a la veneración especial de María- pues también en este día diversos calendarios litúrgicos de otros propios ya celebran diversos títulos de María.


Liturgia de las Horas. Propio O.P., pp. 722-723.